La energía solar y la eólica son dos de los más conocidos ejemplos de fuentes energéticas renovables.
Los parques eólicos y solares están proliferando por toda América Latina mientras los países, particularmente aquellos con escasos recursos convencionales o hidroeléctricos, trabajan para reforzar la seguridad energética y diversificar su matriz.
Hay muchos tipos de energía renovable y, aunque representan solo una pequeña proporción de la generación eléctrica regional, van ganando terreno.
Ejemplos son la generación a biomasa, la geotermia, las pequeñas centrales hidroeléctricas y la energía mareomotriz.
La biomasa es probablemente el ejemplo menos conocido de fuente energética renovable, aunque ha sido utilizada por el ser humano desde que aprendió los secretos del fuego.
Biomasa es el combustible que se elabora a partir de materiales orgánicos, como residuos de un aserradero o de un criadero de cerdos.
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